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Cabo Sunión - Grecia 
Diciembre de 1998 
									
								
El cabo Súnion es un punto de observación privilegiado. Y 
tal como me lo recomendaron, para ver la caída del sol de este magnífico lugar, 
llegué el 16 de diciembre de 1998.  
Como tantos otros lugares en Grecia, también tiene su propia historia. 
El rey Egeo espera ansioso observando el horizonte la vuelta de la nave de su 
hijo Teseo, que regresa de Creta tras enfrentarse con el Minotauro. Su barco 
lleva un juego de velas negras y otro de blancas, habiendo acordado de antemano 
que las blancas anunciarán la victoria y las negras que Teseo ha muerto. 
Teseo ha vencido al Minotauro, pero los dioses, siempre burlones, hacen que una 
terrible tormenta justo antes de llegar deje el barco maltrecho y las velas 
blancas totalmente destrozadas. Los marineros improvisan un aparejo con las 
velas negras para llegar cuanto antes a tierra. 
Al ver el color de las velas en el horizonte, el rey Egeo, 
desesperado por la muerte de su hijo, se quita la vida.  Se lanza al mar desde 
este cabo, que desde entonces toma su nombre 
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