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De todas las obras arquitectónicas que hay en Barcelona y en Catalunya, La Sagrada Familia es sin duda la que reviste hoy el valor simbólico más importante. Es el símbolo de la arquitectura barcelonesa modernista y la obra más influyente de Gaudí. El Templo nace de la iniciativa privada, la de Josep Maria Bocadella, que presidía la Associació Espiritual de Devots de Sant Josep. Las obras empezaron en 1882 bajo la dirección de Francesc de Paula Villar, quien pretendía dar a la obra un estilo neogótico, de moda por aquellos tiempos. Pero las diferencias entre el arquitecto y la municipalidad hicieron que éste renunciara al proyecto. Su sustituto fue Antoni Gaudí i Cornet quien desde ese momento le daría a la obra la personalidad propia del arquitecto de Reus. El Templo posee tres fachadas, una que da a las calles de Marina y Cerdenya, llamada el Naixament, que fue construida en el año 1891. La segunda es la Passió, donde se encuentra la puerta de la Fe. Está presidida por el anagrama de Sant Josep, e incluye grupos escultóricos dedicados a la visitación y a la infancia de Jesús. En el anagrama de Jesús se observan tres grupos escultóricos: Anunciación, Natividad y Coronación de la Virgen. Por último y a la izquierda se encuentra la puerta de la esperanza, con el anagrama de María y escenas referentes a la sagrada familia (en la cimera de la puerta fue colocada una roca de la montaña de Montserrat, corazón espiritual de Catalunya). La fachada principal que da de cara al mar evocaba la Gloria de Dios. Las Torres que son el símbolo principal del templo rebasan los 100m de altura y según los planos por encima de ellas, a 170 m, coronando la cúpula central de la nave, se tiene que alzar el símbolo del Salvador. Antes de morir, Gaudí tuvo tiempo de realizar parte de los interiores del templo. La obsesión del arquitecto por este proyecto era tanta que incluso dormía en el templo. Se piensa que la distracción por estar ensimismado con la obra ha podido ser la causa que no le dejó ver el tranvía que lo arroyó en 1926. Al morir Gaudí, el arquitecto Sugrañés i Gras se hizo cargo del proyecto hasta 1935, cuando se paralizaron las obras a causa de la Guerra Civil. Tras el paréntesis de la Guerra, se hizo cargo de las obras el arquitecto Quintana i Vidal quien dejaría paso a los siguientes: Lluís Bonet, Isidre Puig, Francesc de Paula Cardoner y el actual arquitecto coordinador Jordi Bonet. Actualmente el escultor Josep Maria Subirachs se hace cargo de las esculturas (que algunos critican por sus formas estilizadas, que se consideran un tanto alejadas de la idea original de Gaudí). La mejor forma que tiene el visitante para conocer mejor los proyectos gaudinianos es acudir al Museu de la Sagrada Familia que expone un abundante material gráfico sobre el diseño del templo. El visitante tiene la posibilidad de ascender a la cima de una de las torres del templo donde se goza de unas vistas extraordinarias tanto de la ciudad como del propio templo.
Enrique Langarica, un
porteñazo que conocí en un hostel en Barcelona. Aprendí de él muchísima
historia.... un grande Barcelona en la guerra civil española |
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